Procesiones
Las Semana Santa de Hellín comienza la mañana de Domingo de Ramos, con la procesión de las palmas. En esta procesión participan todos los nazarenos de las distintas hermandades hellineras y un única imagen, “La Burrica”, la cual llevan entre costaleros de las distintas hermandades, cada una vestido con la túnica oficial de su cofradía.
En la medianoche del Lunes Santo, tiene lugar el Vía Crucis protagonizado por la Santa Escuela de Cristo, que empieza su recorrido desde el Santuario del Rosario y recorre todo el Casco Histórico de la ciudad. Este Vía Crucis tiene como objetivo simular las antiguas procesiones que había en Hellín antes de la Guerra Civil.
El Martes Santo se ha convertido en el día de María Santísima de las Penas. Esta procesión en realidad no es más que un traslado de imágenes, que con el paso de los años ha ido acumulando a más gente en las calles observando.
El Miércoles Santo es un día especial, ya que por fin los hellineros juntan su tamborada con las procesiones. La procesión de este día tiene como protagonista a la hermandad de la “Oración del Huerto” (conocida en Hellín como “el paso gordo”, debido a su elevado peso), que hace una triunfal salida por la escalinata de la iglesia de la Asunción, y va detrás de todos los tambores hasta su recogida.
Un momento muy destacable de este día es el traslado del Cristo de Medinaceli y Los Azotes hacia la iglesia de la Asunción por la Calle el Rabal entre los miles de tamborileros que se reunen allí.
Carlos Martínez, presidente de la Asociación de Cofradías y Hermandades durante ocho años destaca “la bajada de las dos imágenes por medio del Rabal entre los tambores, es un momento espectacular, nadie se lo debería perder”.
Este momento también es el más destacable para los costaleros de ambas cofradías, ya que lo viven con mucho ánimo y emoción.
El Jueves Santo, es un día muy distinto al anterior, se celebra la Procesión del Silencio, y guarda gran respeto en todos los habitantes de la ciudad. Esta procesión está presidida por Ntra. Sra. del Dolor, única imagen que en Hellín desfila bajo Palio (los costaleros se introducen bajo el trono y llevan a la virgen con la parte alta de la espalda). El momento destacable de esta procesión es la salida que hacen los tres pasos de la hermandad del Dolor.
Esta procesión ha tenido mucha polémica en los últimos años debido a la incorporación de un paso nuevo, la Santa Cena, que no cabía por las estrechas calles de Hellín, y por tanto hubo una reñida votación para cambiar el tradicional recorrido del pasacalles.
El Viernes Santo cuenta con dos procesiones, una por la mañana dividida en dos parte, la primera la subida al Calvario, y la segunda la bajada. Durante la subida cuando la imagen de la Dolorosa llega al Calvario se realiza el acto del ‘Motete’, donde el color negro y rojo de la túnica hellinera y el rugir de los tambores lo convierten en un momento inolvidable.
Durante el descanso de los integrantes de la procesión, se van realizando más actos en el Calvario, uno de los más destacados es cuando la Verónica y Ntro. Padre Jesús Nazareno se encuentran, produciendo el momento donde al limpiarle el sudor, la marca de la cara se queda grabada en el pañuelo de Verónica.
En la noche del Viernes Santo desfila la procesión del Santo Entierro, con la impresionante imagen del Cristo Yacente y la Soledad, que sustituye a la Dolorosa debido a su tardía llegada de la procesión que tiene lugar por la mañana.
Cabe destacar el acto que tiene lugar entre la Soledad, San Juan y el Cristo Yacente al finalizar la procesión donde un tambor, una corneta y el sonido de las lágrimas del trono que porta la imagen de la Soledad retumban en la Plaza de la Iglesia de la Asunción, hasta que la Soledad entra en su casa y suena el himno de España.
El Domingo de Resurrección tiene lugar el Encuentro, en el que miles de tamborileros guardan silencio de forma espontánea, hasta que se produce el Encuentro entre la Dolorosa y el Resucitado y los tambores comienzan a retumbar con su típico “racatapla”. Esta es la procesión más alegre donde los costaleros al ritmo de las marchas que sus bandas les tocan, bailan a los pasos hasta su recogida en la Asunción.
Como tradición, a la Dolorosa se le va tocando durante todo el recorrido el Himno de Hellín.

Miércoles Santo en el Rabal/ Fuente: Rafa Millán